Los implantes dentales son raíces dentales artificiales, generalmente hechas de titanio, que se colocan quirúrgicamente en el hueso maxilar para reemplazar los dientes faltantes. Una vez implantados, se fusionan con el hueso, proporcionando una base estable para fijar un diente de reemplazo, como una corona. El implante consta de tres partes: el implante en sí, un pilar que conecta el implante al diente de reemplazo y la corona, que se asemeja a un diente natural. Los implantes dentales ofrecen una solución duradera y de aspecto natural para la pérdida de dientes, restaurando tanto la función como la apariencia y al mismo tiempo ayudando a mantener la salud del hueso maxilar.